España firmó un doblete estelar en Doha. Por tercera vez en la historia, las selecciones masculina y femenina conquistaron el título mundial en el mismo campeonato. No ocurría desde 2010. Precisamente, el logro pone fin a esa racha de 11 años del combinado español de hombres sin ocupar el trono del pádel mundial.
Para el cuadro de mujeres, este séptimo entorchado les permite dar continuidad a una secuencia que suma ya cuatro títulos consecutivos.
Todo ello ocurrió en la imponente pista central del Khalifa International Tennis and Squash Complex, escenario de dos finales trepidantes entre dos rivales que se conocen a la perfección. De hecho, Argentina es el único rival que conoce España en las últimas instancias de la competición mundial.
Séptimo título mundial femenino para España
Fue la eliminatoria femenina la que abrió la jornada.
El equipo de Icíar Montes dominó el primer punto de la eliminatoria definitiva con mucha autoridad. Gemma Triay y Alejandra Salazar gobernaron desde el inicio el ímpetu de sus rivales, Claudia Jensen y Silvana Campus, y no les dieron opción (6-2 y 6-0).
Tras ello, parecía que España tenía encarrilada la final. Paula Josemaría y Ariana Sánchez debían certificar el segundo y definitivo punto pero sus rivales, Aranza Osoro y Delfi Brea, protagonizaron una actuación sensacional que llevó al límite a las españolas.
Finalmente, tras un ejercicio de mucho temple, Paula y Ariana encontraron con sufrimiento el camino para llevarse el partido (7-6, 2-6 y 6-4) y, de esta forma, lograr para España el título mundial de pádel por séptima vez en su historia.
Cuarto entorchado masculino y fin a la sequía
En la final masculina, el seleccionador nacional Juanjo Gutiérrez sorprendió con su planteamiento y formó dos parejas que, a la postre, llevaron a España al ocupar el trono.
Para el primer punto dispuso a Alejandro Galán y Arturo Coello, una dupla que ya había probado en la segunda jornada de la fase de grupos ante Chile, y que afrontaba un examen de primer nivel ante los argentinos Sanyo Gutiérrez y Agustín Tapia. Lo superon con nota.
Junto a Galán, emergió el joven jugador vallisoteno, debutante en un Mundial absoluto a sus 19 años, para ofrecer una exhibición de carácter y atrevimiento sobre la pista que resultó decisiva para descabalgar a sus contrarios (6-1 y 7-5).
El segundo duelo quedó reservado para Paquito Navarro y Juan Lebrón, dupla que jugó junta durante una temporada en el circuito profesional pero que estaba sin estrenar en este campeonato. Su primer set ante Fernando Belasteguin y Martín Di Nenno fue espléndido y pareció validar la apuesta.
Sin embargo, los argentinos lograron adaptarse mejor a las circunstancias de la pista, cogieron las riendas del juego y lograron que los andaluces perdieran el hilo hasta quedar expuestos a la derrota. Así le dieron la vuelta al marcador en el segundo set y quedaron a un palmo del triunfo en el tercero.
Pero la reacción de Navarro y Lebrón les permitió esquivar el abismo en el último instante y aferrarse a un partido que tuvo un desenlace agónico. Con Paquito acalambrado, la dupla española se las apañó para cerrar el duelo a su favor (6-2, 3-6 y 7-5) y proclamar campeona del mundo a España por cuarta vez en su historia.
La última vez que la selección española masculina consiguió el cetro mundial fue en 2010 en Cancún. Precisamente, el sevillano Paquito Navarro es el único integrante de esta nueva generación de campeones que estuvo en aquella cita hace 11 años.
Desde hoy, tras este XV Mundial de Pádel en Doha, España vuelve a exhibir su doblete.